Una alimentación equilibrada de una persona, es la cantidad de alimentos que han de aportarse diariamente para conseguir un estado nutricional óptimo, es decir, un equilibrio entre ingresos de nutrientes y sus requerimientos con objeto de asegurar una buena salud individual. La buena alimentación debe cubrir los siguientes objetivos:
- Aportar suficientes nutrientes energéticos para los procesos metabólicos y el trabajo corporal.
- Suministrar nutrientes con función plástica.
- Asegurar el equilibrio entre todos los nutrientes.
Por tanto, debe ser:
EQUILIBRADA
VARIADA
SUFICIENTE: en cuanto al aporte de energía equivalente a las necesidades individuales
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